El fútbol. 2 arcos, césped, los cuatro banderines del corner, las líneas que demarcan las áreas en donde los gladiadores de pantalones cortos dimitirán el futuro de un partido, el referí que cobra penales para Boca, los jueces de líneas que van de aquí para allá como cangrejos areneros en un desconsolador ritual hipnótico. El Balón, el alma esencial del deporte rey. Y por supuesto, los jugadores. 11 Titanes (según el equipo) que dan todo de si en pos de lograr el bien común para su divisa (depende el equipo). Héroes para su pueblo, Gigantes de oro para sus naciones. Son recordados por sus hazañas. Por sus épicas batallas futbolísticas. Por sus goles. O como en el caso de Tomás Ratini, por nunca tener un perfil bajo.
Tomás Ratini nace futbolísticamente en el club de su padre. Deportivo Perón. Un club de barrio lobbísta del Gobierno del General Perón. Aunque en un principio se llamó asi, tiempo después el nombre del equipo seria cambiado por “Los rompe culos” a pedido de Ratini. Y años mas tarde “Sin vaselina y sin salivita, al equipo contrario le duele la colita”. Porque según el propio Ratini el equipo carecía de creatividad y el nuevo nombre le daría este nuevo enfoque.
Empezó como portero. Y el resto del equipo estaba conformado por: Juan Carlos “debuto con un trava” Muller, Enrique “me comí a la hermana” Güemez, Oslvado “el utilero te hizo sentir la bondiola” Santoro y Luis “Debe ser hijo de dos hermanos incestuosos” Paez.
Tomás se ufanaba de haber sido el creador de tan ingeniosos apodos.
Y Tomás llego al equipo de la rivera. El club Atlético Boca Juniors. Nunca se dudo de las condiciones futbolísticas de Tomás. Comenzó siendo arquero, luego jugo de defensor, luego de Mediocampista, y mas tarde como delantero. Hasta que se dieron cuenta de que en el arco por lo menos se estaba mas quieto y evitaba que le anduviese tocando la cola a los jugadores de su equipo y los del equipo contrario.
Su llegada a Boca fue un hito. La hinchada festejaba el logro de haber conseguido sumar este crack a su formación.
El grafico, con motivo de esta noticia decidió realizarle una nota al joven Ratini. Para que contara como se sentía en el nuevo equipo. Que expectativas tenia. Y sobre todo para que revelara la intimidad del equipo, de aquel maravilloso Boca del 74.
Y Ratini habló, y exploto todo. Fiel a su personalidad provocadora y desafiante dio la nota.
“Al chino Benítez no se le para.”
De Boca pasó a jugar al Atlético de Madrid. Ahí llego como Arquero. En lo futbolísticamente no tubo grandes logros. Ni será recordado por la parcialidad Madrilista como uno de sus jugadores más sobresalientes. Pero fue su despegue mundial como paria del deporte.
Casi todos recuerdan la vergüenza que fue para el fútbol y sobre todo para el pueblo argentino ver a Ratini en la portada de todos los diarios del mundo.
Atlético de Madrid contra el Atlético de Bilbao. Partido por la copa del rey. El equipo de Tomás iba ganando por 3 goles. Y en su afán de cancheriar. El arquero argentino pide prestado un altavoz a un hincha de su parcialidad y se pone a contar chistes de gallegos a viva voz en pleno partido. Esto hace caldear el ambiente. Aunque en el primer tiempo el arbitro había detenido el juego cuando Ratini se bajo los pantalones y tomando con ambas manos su miembro viril, lo hizo girar en remolinete al grito de “Mira que matraca!!!, Mira que matraca!!!”, ahora el partido se fue de las manos. Fue una batalla campal. Una masacre.
La FIFA tomo cartas en el asunto y cantó truco.
Mando a hacer un póster marketinero con fotos de ese bochornoso encuentro deportivo. Para dar un mensaje en contra de la violencia en el fútbol. Y estimular a los jóvenes al juego limpio y leal.
Pero otra vez la sombra de Ratini. En la foto del póster que la FIFA publico se lo ve al jugador argentino con un contundente gesto de aprobación de lo que esta sucediendo a sus espaldas. Y la juventud entendió mal el mensaje.
La FIFA por otra parte suspende al player por tiempo indeterminado. Pero esto no cortaría la carrera vergonzosa del muchacho.
Mientras no estuvo dentro de las canchas , estuvo afuera haciendo prácticamente lo mismo.
El periodismo italiano recuerda a Ratini como el desubicado de la final del Calcio de 1977.
El partido estaba en su punto culmine. Faltaban 5 minutos para que terminara el partido. El Inter juega al contragolpe y en un corner corto mal jugado por el Genova el equipo de Milán ataca con casi todo el equipo. Y solo dos defensores del Genova se disponen a salvar la acción. El estadio se enmudece. Los corazones se silencian cuando Giussepe Acqua Dileo manda el centro al área que va a ser conectado por Francesco Deadmani.
Y otra vez la vergüenza. Otra vez el bochorno. Tomás Ratini, estimulado tal vez por algún tipo de alucinógeno. En un gesto incomprensible se levanta de su asiento y grita “Tano Maricón!!!”.
Lo que provoca que el jugador Deadmani que estaba girando su cabeza hacia la derecha para impulsar el balón hacia la red, gire violentamente su cráneo en sentido contrario y se provoque una lesión en la cervical y muera.
Cuando Tomás vuelve al fútbol lo hace a lo grande. En la selección Argentina. Convocado de apuro porque la selección tenia que jugar un partido en Viena , Austria. Tomás se pone la celeste y blanca y debuta en un partido que será recordado por siglos, como el partido mas largo de la historia.
Argentina y Austria empatan durante los noventa minutos y es necesario ir al alargue. Durante el alargue no se sacan ventaja y ahora los penales definirán el cotejo.
Los jugadores argentinos recuperan fuerzas sentados en el centro de la cancha para ejecutar los penales. Ratini es designado para ejecutar el ultimo penal por su equipo.
Cuando es su turno. El referí se percata de que el centrocampista latinoamericano esta prendido a un tetrabrick de la marca “Viejo galguero”, un vino español de muy baja calidad.
Cuando va a darle una advertencia por demorar la definición se lleva una sorpresa. Ratini ya estaba empedado.
-Por favor deme ese envase.
-Soltaaa , puto (responde Ratini). Estamoz tomiandzo unoz vinoz con lo muchacheos.
El de negro logro convencer de ejecutar el penal al imberbe argentino luego de 4 horas. Durante ese periodo hizo pis en el otro arco. Pidió a la voz del estadio que ponga cumbia. Y se emociono con sus compañeros dándoles consejos sobre la paternidad involuntaria y amenazo con “cagar a cuetazos” a toda la familia del arquero austriaco si atajaba el penal.
El fútbol Alemán seria su nuevo circo. Jugando para el Bochum comete un acto de locura e irracionalidad por lo que seria despedido luego del debut.
“De pronto el juez de línea se percata de que el arquero del Stuttgart está llorando, gimotea y patalea en piso. Nadie entiende que le sucede. El arbitro del encuentro se le acerca y pregunta que es lo que le ocurre. Con los ojos bañados en lagrimas responde en un titubeante alemán: Aquel me dijen que me están crucificandem a mi mutter”.
En una típica picardía argentina Ratini quiso psicopatear al joven arquero alemán.
Lo que no sabia Tomás era que la madre de Mikael Struggern estaba desaparecida hace dos días. Luego se descubriría en realidad que la vieja era enferma quinielera. Pero en ese momento la cara desencajada del delantero argentino diciendo “A tu mutter la estamos crucificando” hizo mella en la mente del teutón.
Cuando se despedía de ese país, en una conferencia de prensa enfrento a sus detractores con una de sus frases más recordadas. “No se banquem una jodem”.
Llegó al fútbol holandés. Fue su etapa más “calmada”. Encajo rápidamente en un equipo de la segunda división del fútbol holandés. Pero prácticamente no jugaba. En palabras textuales el confesaba: “me pinto el bajón”, “uh”. Se dice que paso más tiempo adaptándose a la sociedad holandesa y probando sus costumbres.
Luego vuelve a la argentina , a préstamo a independiente. Y de nuevo vuelve a cometer actos deshonrosos.
Se transforma en un precursor en lo que es la publicidad y el marketing. Inventa la publicidad en las camisetas de los equipos. Pero enajenado y aislado de realidad cree que sus intenciones pasaran desapercibidas por un pueblo argentino que comenzaba a ser el país tercermundista que fue por aquel entonces y que no es hoy.
El grafico se hace eco de el pueblo y de los moralistas, sobre todo.
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